lunes, 11 de abril de 2011

Denominamos Warrant a un contrato que da al comprador el derecho de adquirir o vender un activo subyacente (un activo sobre el cual se emite los derivados financieros) a un precio y fecha determinada previamente, la cual puede cambiar el transcurso del tiempo y otras circunstancias. Es un título valor relacionado con las operaciones de guarda y conservación de mercaderías que se practican dentro del régimen correspondiente a los almacenes generales de depósito. El principal emisor de los warrants es el  banco oficial de la UNESCO en Francia, la Société Générale, también lo pueden emitir según el artículo 224 las sociedades anónimas.

En términos de funcionamiento, desde el punto de vista financiero, los warrants se incluyen dentro de la categoría de las opciones, es decir, que los dos, ofrecen al poseedor la posibilidad de efectuar o no la transacción asociada. Ambos, pueden ser de dos tipos como ya hemos explicado previamente en otro blog, de put o de call. Es de put si el agente tiene el derecho a vender un determinado activo subyacente hasta la fecha de vencimiento a un precio predeterminado. Por el otro lado, tenemos las de call, que es cuando el agente tiene el derecho a comprar un determinado activo bajo las mismas condiciones que las de put.

A diferencia de los warrants, las opciones se negocian en mercados donde todos pueden participar en igualdad de condiciones, tanto comprando como vendiendo a unos precios y unas fechas pactadas, mientras que los warrants se negocian en mercados donde el negocio lo ha montado un emisor para vender opciones. Así mismo, los warrants suelen gozar de mayor liquidez, puesto que las entidades emisoras se encargan de que esta exista, en las opciones, la liquidez depende del mercado.

En cuanto a su emisión, son algo especiales, requieren el acuerdo de la Junta General de que haya una emisión de un o una serie de warrants, eso si se emite dentro del mismo país, pero, si se emite al extranjero, requiere de una ‘legal opinion’. Estos son unos escritos generalmente emitidos por el abogado del prestatario o del abogado del prestamista donde se exponen las razones y los principios jurídicos de la compra o venta. Así mismo, la emisión la tiene que solicitar la admisión a cotización (no es posible expedir un warrant sin Certificado de Depósito) y no se permite la amortización anticipada. Cabe destacar también que los warrants exóticos o subyacentes especiales deben ir en un programa distinto a los tradicionales y dirigirse únicamente a institucionalidades.

Los warrants tienen un plazo de vencimiento entre varios meses y dos años, y estos pueden ser americanos, europeos, o una combinación de ambas. Además, las mercaderías de los warrants (cuyos valores disminuyen, nunca aumentan, de acuerdo con los retiros realizados) no se pueden ni desplazar ni transformar.

PROCESO DE LA EMISIÓN DE UN WARRANT



Los warrants se compran y se venden en Bolsa como las acciones. En el mercado hay disponibles cientos de warrants para su negociación, de entre ellos, el cliente selecciona el warrant entre los que más se adecuen a sus necesidades y perspectivas en cuanto a precio de ejercicio y su vencimiento. Éste abre una cuenta de valores (siempre y cuando no tenga una) y expone la voluntad que quiere ser depositante a su sucursal o a su intermediario financiero. Ellos transmitirán su orden al proveedor, quien expide el warrant y se pone en contacto con el banco y ambos registran la operación. El banco confronta y valida la información, estos guardan unos registros que quedan disponibles para consultarlos cuando quieran los involucrados en esta transacción y para evitar el extravío del título. La empresa registra el endoso del warrant en su libro de endosos y el warrant pasa a liquidarse en el S.C.L.V. (Servicios de Compensación y Liquidación). En cualquier momento, sin necesidad de esperar al vencimiento, el cliente puede valorar su inversión y proceder a la venta total o parcial de los warrants que ha adquirido, y el proceso se iniciará de nuevo.

Si por el caso contrario el cliente decide quedarse con el warrant, cuando se aproxima la fecha de vencimiento de este, pueden ocurrir dos cosas. Si la tendencia es buena, y el pronóstico parece cumplirse, los warrants son muy codiciados. Si por el caso contrario la tendencia es mala, pierden valor. Si el precio del warrant sube del precio por el cual el cliente ha adquirido el warrant (strike), obtiene como beneficio la diferencia entre el valor del subyacente y el valor strike multiplicado por el número de warrants que posea. Pero si pierde, puede perder todo lo que invirtió y quizá tenga que poner dinero.

Hay varias leyes que protegen este proceso de warrant, de entre las que destaca la ley nº 928 de 1878 sobre el Warrant Aduanero y la ley nº 9.643 de 1914 sobre el Warrant de Productos Nacionales. Además, hay una seria de decretos, el de octubre de 1914, el decreto nº 165/95 y el decreto nº 6.698/63 que tratan sobre el reglamento, la mercadería nacionalizada y sobre los warrants en general.

ARTICULO
Os pongo un artículo, que me ha llamado mucho la atención que habla sobre la verdadera cara de la moneda de los warrants. En este artículo, se comenta el gran problema de los warrants, la poca intervención del gobierno, las grandes pérdidas de dinero de los inversores que compran warrants etc, problemas de gran preocupación para todas aquellas personas que quieran invertir en warrants.

Creo que de los miles de pequeños inversores que alguna vez han invertido en Warrants tiene que haber muy pocos que no se hayan sentido frustrados o timados por estos productos. Invierten su dinero y cuando piensan que están ganando deciden vender y resulta que están perdiendo. Si luego llaman por teléfono al emisor pidiendo explicaciones sobre algunas de las irregularidades siempre les contestan con la misma respuesta, "Es por la pérdida del valor temporal o por culpa de la volatilidad".

Entonces no es sorprendente que muchísimos inversores se han dado cuenta de lo que pasa y han dicho "basta ya". Esta es una de las razones porque el mercado de warrants ha sufrido una brusca caída en picado durante los últimos meses después de haber ocasionado grandes pérdidas a los inversores.

Se dice que los warrants son complejos y difíciles de entender hasta que se les pilla el tranquillo. Entonces es cuando te das cuenta que son la versión moderna del timo de la estampita. Por eso no solo es importante saber cómo funcionan los warrants y cuáles son sus riesgos, pero también es muy importante conocer cómo se comportan los emisores y que triquiñuelas van a hacer ante los distintos movimientos del mercado. Las reglas del juego las ponen ellos y las van "modificando" sobre la marcha. Si ganamos ellos pierden y tienen que recurrir a toda clase de prácticas para que no sea así.

Aquí, algunas pequeñas observaciones sacadas de la experiencia y del día a día por un grupo de inversores y que pueden ayudar a muchos comprender porqué también les llaman ´TimoWarrants`

* Los warrants son productos para operar en día a día. Hay que seguirlos a cada momento y si ganas algo te retiras rápidamente; si no, lo perderás en poco tiempo. Tampoco se deben tener en cartera mas de unos días como máximo. Te puedes encontrar que aunque el subyacente se encuentre al mismo nivel que cuando compraste, tu warrant vale mucho menos  en pocos días

* Si tienes la suerte de ganar, siempre será mucho menos de lo que debieras y si pierdes, siempre será mucho ms de lo que debiera ser ya que van modificando los parámetros a su favor.

* Si compras warrants (da igual que sean Puts o Calls) y el subyacente se mueve a tu favor reducen la elasticidad, y si el subyacente se mueve en tu contra lo aumentan. Por eso en cuanto empiezas a perder se hace muy difícil volver a recuperar el mismo nivel. Es como dar un paso hacia adelante y dos pasos hacia atrás. A veces hay días que aunque el subyacente se mueve en una dirección pierden Puts y Calls.

* Muchas veces nos dicen que es muy interesante tener X warrant en cartera hasta su vencimiento ya que tiene buenas perspectivas de revalorización. Todos los warrants pierden valor diariamente, algunos pueden perder el 50% en una semana. Aparte de esto muchísimos de los warrants valen cero antes de su vencimiento.

* La realidad es que aunque la acción baje y la prima de nuestro warrant PUT suba, al cabo de unos meses valdrá mucho menos de lo que pagamos por él, por los cambios constantes de las variables.

* A veces cuando cierto warrant es muy contratado y se puede agotar la emisión porque los inversores piensan que hay tendencia en el mercado, los emisores reducen bastante el precio Bid (el precio al que podemos vender nuestro warrant). A veces hay una horquilla de hasta un 50%, o incluso mucho mas entre el precio de compra y el de venta (Bid y Ask). Los warrants sobre Nokia o TLF son un ejemplo. El 2.4.04 la cotización de TLF se disparaba a media tarde. En la CALL 13 el precio Ask subía bastante pero el precio Bid subía poco creando una amplia horquilla entre el precio de compra y venta pillando a mucha gente.

* Muchas veces conectas a la página web de SG para comprobar los precios y te encuentras que no están actualizados, a veces ni siquiera ponen precios como ha ocurrido durante meses con los warrants sobre el Dax. Otras veces los datos e información que ponen son errónea y confusos.

* En algunas ocasiones, cuando hay movimientos bruscos en el mercado y los inversores quieren comprar o vender rápidamente se pueden encontrar que todas las operaciones en warrants están congeladas.

* Cuando queremos vender nuestros warrants los emisores están obligados a recomprarlos al precio de contrapartida si no hay ningún otro comprador. El problema es que a veces no los compran si no les da la gana y te ves pillado.

Uno podría escribir un libro sobre las irregularidades que se dan constantemente en estos productos, esto es solo la punta del iceberg. Lo más extraño es que las autoridades saben lo que está ocurriendo y miran hacia otro lado como si no tiene nada que ver con ellos. Como dijo un experto: La única forma de conseguir una pequeña fortuna operando en warrants es haber empezado ya con una gran fortuna.

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